
Resulta vergonzosa la manera en que los enemigos de nuestro sistema social actúan contra el deporte cubano. La maquinaria mediática, de manera cínica y artera, apunta sigilosamente a todo lo que huela a sensibilidad en nuestro pueblo. El deporte no escapa en esta madeja vil que intentan entretejer, saben muy bien lo que significa para Cuba, siendo esta una de las conquistas que con tanto sacrificio, entrega y responsabilidad hemos defendido por más de 60 años, con resultados inimaginables para países del tercer mundo, con pocos recursos, cantidad de habitantes y sometido a un brutal Bloqueo Económico Comercial y Financiero que intenta día a día asfixiar el presente y futuro de todos los cubanos que habitan en la isla.
Aún no se apagan los ecos de la victoria de nuestros atletas en Tokio2020, hecho irrefutable e imposible de deslegitimizar, y ya se gesta una nueva campaña mediática, en esta ocasión contra el boxeo cubano. Por estos días hemos visto que diferentes “medios de prensa” se han hecho eco de las nuevas decisiones de la AIBA, con relación al pago a los atletas que logren obtener medallas en el venidero Campeonato Mundial, a celebrarse en Belgrado, a partir del próximo 24 de octubre: 100 mil, 50 mil y 25 mil dólares para los dueños de oro, plata y bronces, en ese orden.
Aparentemente no hay nada extraño en anunciar esta nueva e importante noticia, en función de dar a conocer estos pagos, que de lograrse constituirían un gran aporte para los atletas que resulten vencedores, y un incentivo para el evento en particular. La manipulación y el engaño estriban en el sensacionalismo de generar una expectativa, que, debido al Bloqueo, será infructuosa. Saben bien estos “portadores de la verdad” que nuestro país es, desde hace muchos años, una potencia mundial en el deporte de los puños, y que nuestros atletas, muchos de ellos estudiantes o egresados de la Universidad del Deporte, tienen grandes posibilidades de obtener medallas en este campeonato mundial. Nuestros campeones constituyen un orgullo para la nación, y su bienestar y solvencia ha sido un tema recurrente en función de desacreditar el sistema deportivo cubano, que hace todo lo que puede con lo que tiene, en medio del asedio despiadado. ¿Por qué generar una expectativa tan interesante, esperanzadora y deseable? ¿Por qué no dicen la verdad y denuncian que nuestros atletas, de ganar, no podrán obtener sus dividendos? Resulta un secreto a voces, no les interesa ni el bienestar de los atletas y entrenadores y mucho menos la felicidad de nuestro pueblo; buscan a toda costa generar desasosiego, culpar a nuestro gobierno y luego arremeter contra el sistema social que hemos escogido los cubanos.
En nuestro país todos los atletas de este deporte se encuentran afiliados a la Federación Cubana de Boxeo, y es de conocimiento general que la política aprobada por el INDER es que del total que se genere se distribuye el 80% para el atleta y el 20% para los entrenadores y preparadores que tomaron parte en el asunto. Ni la Federación, ni el máximo organismo del deporte en Cuba, ganan un solo peso.
Sobre el impacto de esta política asquerosa llamada Bloqueo, plantea el diario JIT:
Pero el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero sostenido por Estados Unidos suele convertir en calvario lo que otros resuelven con simples transferencias bancarias, y está lamentablemente demostrado que en nuestro caso no es lo mismo ganar dinero que disponer del mismo.
Ello quiere decir que, contrario a toda lógica, la decisión de la Aiba también despierta incertidumbres en la Isla, porque la hostilidad de esa política no tiene espacios para las excepciones, ni siquiera tratándose de un universo tan noble como el deportivo.
Los que se niegan a reconocer sus impactos debían preguntar a Andy Cruz o Roniel Iglesias qué significa saber que un premio conquistado a pura entrega pudiera no beneficiarles o pasar por un largo período de espera, condicionado por trabas inimaginables para sus rivales.
Las respuestas han sido dadas entre las cuerdas, sobrepuestos a limitaciones de ese y otro tipo, pero nada justifica el irrespeto de que son víctimas como fruto del terror de los bancos ante operaciones con cualquier institución cubana, incluso no gubernamentales.
Quien lo dude sepa que para darle alguna utilidad la Federación Cubana de Beisbol necesitó radicar en la cuenta bancaria de la federación internacional más de un millón de dólares provenientes del derecho de formación de atletas contratados en Japón, porque la persecución financiera le impidió ingresarlos en la suya.
Y añada, por solo apelar a otro caso, que idénticas razones imposibilitaron a la Asociación de Fútbol de Cuba ingresar 887 mil 513.78 dólares acumulados desde 2014 por conceptos que van desde premios hasta los proyectos One Concacaf, que han significado nada menos que 452 mil 453.00.
Desde la universidad del deporte seguiremos denunciando todo intento que genere descontento en nuestro pueblo y denigre el sistema deportivo cubano. Sabemos que pueden existir errores, insatisfacciones, criterios, y elementos que debemos mejorar, pero no vamos a permanecer callados ante la manipulación y la mentira. ¡No vengan a tratar de engañar a los atletas y pueblo cubanos! Ante la desfachatez y la desidia: #NoNosEntendemos
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