
Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla
Sergio Arturo Pérez Echevarría
Hoy no se escuchó una voz demás, en el acto frente al monumento erigido en memoria a los mártires de Barbados, ubicado en la UCCFD “Manuel Fajardo”. Un querido amigo recordaba la emoción, tristeza y solemnidad que había en Cuba en aquel entonces. Hoy hace ya 45 años de aquel horrendo crimen, y nuestro pueblo sigue experimentando las mismas emociones: dolor por lo sucedido, justicia para los implicados y consternación.
En este vil atentado perpetrado un día como hoy, pero del año 1976, fueron arrebatadas, en pleno vuelo, las vidas de 73 personas. Entre los asesinados se contaron 48 pasajeros, entre ellos los esgrimistas campeones en la lid centroamericana juvenil celebrada en Venezuela, entrenadores, federativos y directivos que los guiaron a tan prometedora victoria. Por la voluntad infame de la CIA y sus asesinos a sueldo, cayeron además 25 miembros de la tripulación, cubanos y extranjeros.
Nunca olvidaremos las palabras de Fidel en aquel entonces:
«Nuestros atletas, sacrificados en la flor de la vida y sus facultades, serán campeones eternos en nuestros corazones. Sus medallas de oro no yacerán en el fondo del océano: se levantan ya como soles sin manchas y como símbolos en el firmamento de Cuba. No alcanzarán el honor de las olimpiadas, pero han ascendido para siempre al hermoso Olimpo de los mártires de la patria».
Sobre este duro momento en la historia de la revolución cubana, diría en la mañana de hoy, la joven Marianela de la Caridad González Olivera:
“…Aquellos segundos terribles de desesperación, que fueron los últimos en las vidas de esas 73 almas, se han multiplicado con el paso de los años, como tratando de alargarles la existencia, porque ellos merecen ser inmortales y merecen también la humilde justicia que podemos hacerles, y que no le hicieron los tribunales cuando dejaron sin condena a quienes idearon el atentado...”
El modesto pero sentido homenaje realizado en la mañana de hoy, demostró el carácter de nuestro pueblo, en especial de los profesionales del deporte cubano. Con la presencia del Ms.C Silvano Merced Len, rector, y la Dr. C Mélix Ilisástegui Avilés, Directora de Ciencia y Técnica del INDER, miembros del Consejo de dirección, glorias deportivas, profesores, trabajadores y estudiantes de la Universidad, fue recordada esta histórica barbarie, como una muestra de lo viles y siniestros que pueden llegar a ser los enemigos de la revolución, en pos de lograr sus objetivos.
Al igual que ayer, hoy continúan siendo una realidad las palabras del Comandante en jefe, cuando expresara:
«Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen de Barbados y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla…»
En medio de una feroz campaña que busca desprestigiar la verdad de nuestro proceso, los jóvenes de hoy demuestran una vez más que, aunque pasen los años, jamás podrán cubrir la verdad con su manto de desfachatez y oprobio. Quienes nos invitan a que olvidemos nuestra historia, nos convocan a dejar a un lado nuestros muertos, como si no fuera esta una página que debamos recordar.
Invocados por el espíritu de sus predecesores, aquellos jóvenes que perdieron su vida siendo niños, hoy sirvieron de guardia de honor dos jóvenes que estudian en la EIDE “Mártires de Barbados”. Alex Cesar Leiva Ortiz campeón nacional y Michel Naranjo Arbelo, subcampeón nacional, siguen atentamente las indicaciones de su mentor, José Raúl Domínguez González, entrenador de ese deporte en el mencionado centro de estudios, y excompañero de muchos de los jóvenes caídos. Con la espada en alto, como símbolo de respeto, representan hoy la continuidad de aquellos que merecieron estar hoy entre nosotros
Desde la universidad del deporte cubano, reafirmamos nuestro más sentido deseo de ser consecuentes con la gesta que hemos emprendido los nacidos en esta isla desde el 10 de octubre de 1868, cuando ante el grito de guerra decidimos levantarnos y no dejarnos doblegar ante voluntades poderosas. El Crimen de Barbados palpita en la memoria de los cubanos. La injusticia sigue y seguirá temblando, porque son muchos los hombres y mujeres que en Cuba estamos dispuestos a dar la vida por esta revolución.
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