Su antorcha es nuestra fuerza.

Author
Mercedes Ortega Delgado
. “Para mí la Patria no será nunca triunfo, sino agonía y deber”

“Su antorcha es mi fuerza”

Una “introducción necesaria”, en términos martianos, es el modesto homenaje que este 27 de enero de 2023, conmemorando los 170 años del natalicio del Maestro, le rendiremos en la página de la UCCFD Manuel Fajardo, institución que cumplirá ya sus 50 fructíferos años, gracias a uno de los mejores alumnos del maestro, imposible mencionarlo sin pensar en Fidel, máximo líder de una Revolución que recién arribó a sus 64 años.

Siempre que se hable de José Martí, se habla de un hombre que es universal; que nos enseñó a lo largo de su breve vida cuales son las cosas que realmente tienen valor y que es lo que merece ser preservado con más amor; justamente una de ellas fue respetar a cada persona sin importar su etnia, situación económica, clase social, religión, sexo, edad, preferencias o ideología.  Hijo de su tiempo, de su situación, de su país; Martí se destacó por sus ideas desde muy joven, fue incluso encarcelado por ello, hecho que más que calmar su pensar y actuar, lo potenció.

Correspondió a Martí vivir y luchar en un momento histórico que fue convulso para el mundo; en una fase de nuestra historia en la que el objetivo central de la lucha era independizar al país del dominio colonial español y con ello prever contra las acechanzas del naciente imperialismo norteamericano.  Desde su residencia en el exilio, se afanó en la organización del renacer de un proceso revolucionario que diera continuidad al del 1868; para ello fundaba el Partido Revolucionario Cubano y su órgano oficial, el periódico Patria. Se convierte entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia en ese periodo histórico. Dos años más tarde, después de mucho bregar en función de la unidad de los cubanos y tras entrevistarse entre otros con el generalísimo Máximo Gómez, logra poner en marcha la “guerra necesaria”, a la que se incorpora y en la que ofrece la vida.  Así Martí, junto a Bolívar y San Martín, es uno de los principales representantes del proceso de la emancipación en Hispanoamérica.

El deber devino en Martí, concepto-valor esencial de profundo contenido ético en su pensamiento y actuar, que unido a su humanismo, desde una cultura de lucha, elevada sensibilidad y absoluta convicción del papel de las ideas, se revela portador de un profundo optimismo; concretándose en su concepción acerca del mejoramiento humano y del papel de la virtud; paradigma ético para Cuba y para el mundo. “Para mí la Patria no será nunca triunfo, sino agonía y deber”    

Su sentido de lo real y lo histórico le posibilitó recoger el legado de nuestra América y avizorar el peligro que para Latinoamérica representaría la expansión imperialista yanqui; le permitió unir los pinos nuevos con los viejos y afincar sus luchas en la clase obrera de la emigración, convocó a la guerra necesaria y probó, con el ejemplo de su vida y de su muerte, la naturaleza esencial y profesional de su humanismo. En los marcos nacionales su humanismo se expresó como patriotismo y a nivel de la humanidad en solidaridad; su ética reside precisamente en esta interrelación entre patriotismo, solidaridad y en su consagración al deber; de ahí que fuera y sea imponderable e incuestionable ejemplo para las nuevas generaciones.    “Patria es humanidad”

“Levante bien la voz que, si caigo, será también por la independencia de su patria”

La marcha de las antorchas, en homenaje al Héroe Nacional José Martí, se realizó por primera vez en la medianoche del 27 de enero de 1953, para esperar el advenimiento del centenario de su natalicio. Partió la importante Marcha desde la escalinata hacia la Fragua Martiana, bajando por San Lázaro hacia Espada y  continuando hasta las calles 27 y Hospital. En el trayecto se sumó un grupo que esa misma tarde había clausurado, en el Palacio de los Yesistas, el Congreso Martiano en Defensa de los derechos de la Juventud.  A la cabeza del desfile, una bandera cubana llevada por jóvenes  universitarias y de la segunda enseñanza; detrás de la Enseña Nacional, el ejecutivo en pleno de la FEU.

Las mujeres martianas iban todas cogidas de brazos; era un grupo numeroso, pero la sensación, lo impactante del desfile, era el grupo de más de quinientos jóvenes universitarios perfectamente formados que iban detrás de Fidel. Su disciplina era impecable. Algunos de estos jóvenes participarían en julio de  ese mismo año en el heroico asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo.

Cuando comenzaron a corear los gritos de: ¡Revolución!, ¡Revolución!, sobresalían las voces del grupo que seguía a Fidel; era como un torrente atronador que hizo vibrar la calle e impresionó a un pueblo que con tristeza rendía tributo en su centenario al hombre de La Edad de Oro.  La Generación del Centenario entraba  a la historia, rindiéndole tributo al hombre que inspiró con sus ideas la obra de la Revolución cubana; Fidel en el juicio diría: Traigo en el corazón, las doctrinas del maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos

Hoy como ayer los jóvenes revolucionarios, coincidiendo con el aniversario 170  del natalicio del Maestro, participaran en el patriótico ritual que hace setenta años comenzó la Generación del Centenario, guiada por el joven revolucionario Fidel Castro; para no permitir que el apóstol muriese en el año de su centenario. Cada aniversario de la Marcha de las Antorchas, el desfile constituye una muestra del apoyo del estudiantado a la dirección histórica de la Revolución.

El natalicio de José Martí es recordado por todos los cubanos, puesto que los sueños son construidos con su pensamiento vigente en cada día, en cada lucha cotidiana, en la defensa de nuestra libertad y soberanía, como hombres y mujeres dignos, con el orgullo de no tener precio y hacernos así decorosos continuadores de los que nos han antecedido.

No importa que los “huérfanos de Martí” vayan por el mundo calumniando la realidad cubana y a la Revolución, ni que nieguen la historia, el papel y las proezas del Maestro como hombre, intelectual y patriota, solo se revelan como de los que ven del sol solo las manchas, caminando en el bando de los que destruyen y odian; egoístas y gazmoños, analfabetos del alma; para ellos nuestro desprecio y nuestras las palabras martianas:

 “A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses… Hay que cargar los barcos de esos insectos dañinos, que le roen el hueso a la patria que los nutre… Estos "increíbles" del honor, que lo arrastran por el suelo extranjero…”

 Y para rendir justo tributo al más universal de los cubanos un fragmento de su poema Yugo y Estrella:

“La estrella como un manto, en luz lo envuelve, se enciende, como a fiesta, el aire claro; Y el vivo que a vivir no tuvo miedo, ¡Se oye que un paso más sube en la sombra!”

Y a manera de conclusión, para nosotros la disyuntiva del Apóstol:

…” Dame el yugo, oh mi madre, de manera

Que, puesto en él de pie, luzca en mi frente

Mejor la estrella que ilumina y mata”.

 

¡Nos vemos en la Marcha, para juntar y vencer!! ¡Porque su antorcha es nuestra fuerza”

Fuentes: Obras Completas de José Martí

 La Ética Martiana: una Visión de Actualidad. MSc. Mercedes Ortega Delgado.  código Orcid: 0000-0002-4932-2065.

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