Hoy es un día especial para los universitarios cubanos. Cumple años una joven certeza de luz, en el firmamento de esta tierra, que lleva por nombre Universidad de las Ciencias Informáticas, UCI. Esta noble casa de altos estudios comenzó sus actividades académicas el 23 de septiembre de 2002, pero no fue hasta un día como hoy, en año similar, que se reconoce su fecha fundacional.
Para hacer un poco de historia se hace necesario remontarnos a la década del cuarenta del siglo XX, ya que en el territorio donde está enclavada hoy esta veinteañera homenajeada, desde 1942 hasta 1959 albergó el llamado Campamento de Orientación Infantil de Torrens, al que los gobiernos de turno enviaban niños y adolescentes por riñas callejeras, deambular en las calles, permanecer en los andenes de las estaciones, penetrar en patios ajenos, entre otras situaciones de poca envergadura, obligados por las circunstancias imperantes, en las que estaban totalmente desprotegidos. Empleaban como pretexto para recluirlos, la enseñanza de un oficio. Sin embargo, eran destinados al trabajo agrícola y la cría de diferentes animales de corral. Las paupérrimas condiciones de hábitat, el hacinamiento y el maltrato a los que sometían a estos jóvenes, dificultaban la permanencia allí.
Al triunfar la Revolución, el primero de enero de 1959, este campamento se transforma en un centro de rehabilitación de menores, bajo preceptos verdaderamente educativos, cuyo propósito era incorporar a esos pequeños y jóvenes a la sociedad.
En 1964, dos años después de la Crisis de Octubre (Crisis de los Misiles), se estableció en esa área, un Centro de Exploración y Escucha Radioelectrónicas, conocido como “Base Lourdes”, a partir de una solicitud de la máxima dirección de la URSS a su homóloga cubana.
La Base Militar velaba por el cumplimiento de los acuerdos de desarme nuclear y la reducción de dichas armas, adoptados por Washington y Moscú. Su cierre se produjo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas, a propósito de un anuncio del gobierno de Rusia que oficializaba su retirada a partir de una decisión unilateral.
Como parte de los programas de la Batalla de Ideas, a partir de la cual se emprendieron nuevos programas destinados a elevar el nivel cultural de la población y su calidad de vida, surge la idea de convertir el territorio que ocupaba la base rusa, en la Universidad de Ciencias Informáticas, lo que sigue una tradición de la Revolución Cubana de convertir cuarteles en escuelas, -como los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y el de Columbia en La Habana-, devenidos ciudades escolares inmediatamente después del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959.
La remodelación de los antiguos edificios de la base de radioescucha y la construcción de otros inmuebles para la nueva casa de altos estudios, se efectuó en 106 días, lo que permitió comenzar su primer curso con 2 008 estudiantes y más de 300 profesores de todo el país.
Al mismo tiempo que se desarrollan las actividades académicas y productivas la universidad enfrentó una gigantesca obra constructiva para crear las condiciones de vida y de trabajo, necesarias para el desarrollo y ampliación de sus capacidades.
Estas inversiones la convirtieron en una Ciudad Digital Avanzada, en la que actúan 20 000 personas, formando el capital humano especializado, investigando y produciendo softwares y servicios informáticos para la sociedad cubana y para el mundo, como aporte y contribución a un Mundo Mejor necesario y posible, para la Sociedad de la Información inclusiva y solidaria que este requiere.
La Universidad de las Ciencias Informáticas tiene como misión la de contribuir a la transformación digital de la sociedad cubana, mediante la formación integral y continua de profesionales de las ciencias informáticas comprometidos con su Patria, así como la producción y comercialización de productos y servicios informáticos, aplicando ciencia e innovación, con proyección internacional y responsabilidad social para la sostenibilidad de la nación socialista.
En su corta historia esta joven universidad ya tiene resultados relevantes como parte de su funcionamiento, respaldado por otras instituciones del país y por el esfuerzo de toda la comunidad universitaria, entre los que destacan los altos valores de promoción y retención académicos, elevada calidad en la formación académica, cultural, deportiva, y de valores humanitarios y revolucionarios. Cuenta con más del 60% de los estudiantes incorporados a proyectos productivos e investigativos de software en interés y por encargo de la sociedad cubana y de otros países, en campos como los de la educación, la salud, el deporte, gobierno en línea, Software Libre, sitios y portales web, productos multimedia y otros. La UCI destaca por la participación de estudiantes y profesores en las Brigadas Estudiantiles de Trabajo en el que dedican no menos de quince días de las vacaciones de verano al trabajo social voluntario útil en tareas como el levantamiento informático de la sociedad cubana en el año 2003, en las Misiones Milagro de 2004 y 2005 con la atención de más de 6 000 y 20 000 pacientes respectivamente, de la hermana República Bolivariana de Venezuela y de otros países, los que fueron operados exitosamente de diversas afectaciones de la visión. De igual manera es de reconocer su gestión en la prestación de asistencia técnica y capacitación en el país y en el exterior en diversos proyectos de informatización, formación y entrenamiento de los usuarios y clientes.
Esta casa de Altos Estudios cuenta con una destacada participación en eventos científicos – técnicos nacionales y en el exterior, incluidas las dos Cumbres Mundiales de la Sociedad de la Información, que fueran convocadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT, realizadas en Ginebra (2003) y Túnez (2005). En ella es Desarrollo de procesos de extensión universitaria, que exhiben resultados destacados dentro del movimiento artístico de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
En octubre de 2015 recibe la certificación de calidad internacional de todo el proceso productivo que realiza en la elaboración de softwares, convirtiéndose en el primer centro de su tipo en el país en recibir tan alta evaluación. El reconocimiento es el nivel dos, de un total de cinco, según define el Capability Maturity Model Integration (CMMI), concebido como un modelo para determinar y mejorar la capacidad de los procesos en las instituciones, con el fin de que estas desarrollen productos de calidad de manera consistente y predecible.
La UCI destaca, además como Universidad Certificada por la Junta de Acreditación Nacional (JAN), presentando el proceso de desarrollo de Software, evaluado con el Nivel II de CMMI. La carrera de Ingeniería en Ciencias Informáticas está certificada por la JAN. El doctorado en Informática, Programa de Excelencia, acreditado por la JAN y Mención de Honor a la Calidad del Posgrado y el Doctorado en Iberoamérica el cuál fue otorgado por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado. Destacan sus maestrías en Gestión de Proyectos Informáticos, Calidad de Software e Informática Avanzada, certificadas de Excelencia por la JAN.
Durante 20 años la universidad ha graduado 15 913 Ingenieros y técnicos superiores, con un alto nivel de especialización en el trabajo con las tecnologías de la información y las comunicaciones, atesorando en su campus un total de 33 obras originales donadas por destacadas figuras de las artes plásticas nacionales, en un entorno concebido como una gran galería de arte al aire libre de elevado valor patrimonial.
Sin lugar a dudas el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien fraguó la idea de la creación de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), vive hoy multiplicado en este importante Centro de Estudios. Se cumplieron sobremanera sus vaticinios cuando espetara: “Debe ser una universidad más nueva, más universal, más creativa”. “A mi juicio, esa escuela debe caracterizarse por la gran variedad de formas de enseñar, de preparar”. “Hay que hacerlos conscientes de que pertenecen a una comunidad científica comprometida”.
Así se creó la Universidad de las Ciencias Informáticas, que comenzó bajo lluvia y fango, sin calles, sin aceras y el 23, cuando comenzaron las clases, los profesores escogidos, los dirigentes escogidos, los estudiantes escogidos, fueron a las aulas con capas y botas, casi en medio del huracán Isidoro.
Jamás olvidaremos el papel de la UCI durante su etapa de pandemia, como pionera en los centros de Aislamiento, siendo la punta de lanza, a la vanguardia en defensa de la patria.
Hoy festejamos con júbilo inmenso como han de celebrar los trabajadores al sol, tras unas horas de labor, sintiendo lo mucho que resta por cosechar. Siéntanse honrados de portar la antorcha de Fidel, ustedes son una universidad nueva, una universidad distinta; ustedes son un bastión revolucionario, a los que volvemos sabedores que es allí y no en otro sitio, donde viven naturales y sensibles, las ideas más autóctonas del socialismo cubano. Gracias por todo, muchas felicidades.
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