No es posible analizar el deporte en nuestro país sin hablar de un antes y un después del triunfo revolucionario. Por sólo citar un ejemplo, desde París 1900 hasta Tokio 2020+1 (121 años y 28 citas estivales) nuestros atletas han logrado obtener un total de 235 medallas, de ellas 84 de oro, 69 plateadas y 82 de bronce; de la cifra declarada, solo 6 (4 de oro, una plata y un bronce) antes de 1959. Si analizamos objetivamente el tema entenderíamos que en los primeros 59 años, en eventos de verano, Cuba obtuvo el 2,6% del total de medallas. Es cierto que entre 1900 y 1959 se realizaron un total de 12 ediciones de JJ. OO (Cuba no participó en 5), y posterior al triunfo revolucionario han tenido lugar 16 competiciones de este tipo (2 de ellas sin presencia cubana), pero hemos de entender que solo en Munich 72 los atletas de la mayor de las Antillas lograron una cosecha de 8 metales, de ellas 3 doradas, un de plata y 4 de bronce, superando en solo 13 años, los resultados alcanzados en casi 60.
Ese es quizás un análisis superficial, que solo aborda los resultados en este tipo de competiciones, y no en otras, ni tampoco en el número de practicantes de deportes a nivel nacional, ni el impacto en la salud del pueblo que generó la práctica de actividad física sistemática, elementos que valdrían para decenas de escritos, e incluso hasta investigaciones doctorales y de maestría.
¿Qué cambió después del 59?
¡Mucho! Y entre todo lo que modificó su estructura, forma, visión y atención estuvo la voluntad política hacia el deporte. Hablando en plata: la Revolución llegó también al deporte, bajo la mira atenta y la guía certera de Fidel.
Los resultados hablan por sí solos. Pero más allá de los "fríos números" muy importantes a la hora de hablar con propiedad, llegan esos pequeños detalles que engrandecen el legado en materia deportiva que nos legara el líder histórico. Pocos fueron los instantes en los que alguna delegación deportiva no fuera recibida o despedida por Fidel; la atención muchas veces brindada de manera presencial a nuestros atletas, y por supuesto a los campeones, en ocasiones en medio de duros momentos a nivel nacional e internacional, la manera en que supo conquistar el corazón sincero de los profesionales del gremio, en fin, esa inmensa obra construida por ese gigante de la historia.
Pero quizás nunca fue tan grande Fidel como en el período especial, para muchos el lapso más complejo en la historia cubana después del 59, y cómo en medio de la dureza y complejidad del momento, la práctica del deporte no se detuvo, y continuamos ganado en la arena mundial. Por todo ello, y no por complacencias baratas, el pueblo lo ha reconocido como "el deportista mayor", y los primeros en hacerlo son nuestras glorias del deporte.
¡Hoy nos asiste un orgullo tremendo! Con motivo del cercano aniversario 96 del natalicio del comandante, exatletas pertenecientes al proyecto de glorias deportivas, de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo visitaron el Centro Fidel Castro Ruz, acercándose así un poco más a la obra del estadista, constatando en documentos escritos de su puño y letra, imágenes y objetos personales.
Según refiere el diario Jit, los concurrentes profundizaron en pasajes de su trayectoria revolucionaria, al transitar por salas expositivas de un recinto que incluye los jardines La Solidaridad y Vertical, el Bosque Cubano, las salas Comandante, Cuba, La Solidaridad, Fidel es Fidel y la interactiva Birán.
"Glorias que en sus vitrinas conservan, junto a sus trofeos deportivos, las fotos con el Comandante en Jefe, contaron con evidente orgullo inolvidables momentos de sus encuentros, ora en un recibimiento, ora en un estadio, en una recepción o en un tabloncillo" refiere el semanario en su sitio oficial.
Los boxeadores Jesús Sollet, Armando Martínez, José Gómez y Genovevo Griñán; el esgrimista Tulio Díaz; el voleibolista Ricardo Leyva; la basquetbolista Georgina Vázquez y los peloteros Lázaro de la Torre y Julio Romero recordaron aquellos pasajes con quien ellos califican como nuestro padre y del deporte cubano.
La Dra.C. Aracelia Sotolongo, coordinadora del proyecto refirió en el acto: «Muchos de ellos están vinculados fundamentalmente a la formación del profesional, imparten clases y conferencias», dijo.
«Comenzamos con un pequeño grupo, pero hemos ido incorporando a todas las glorias, registrándolos por municipios para la celebración de actividades, fundamentalmente con niños y jóvenes», agregó.
«En este verano celebraremos en La Lisa el curso titulado Las glorias deportivas y su impacto en la comunidad, para dar a conocer de su quehacer con estudiantes, niños, adolescentes, adultos, y de qué modo vinculan la actividad física y la historia del deporte cubano a proyectos en la base», explicó.
«La experiencia ya nos llevó a Guanabacoa, donde visitamos centros deportivos y las glorias expusieron como pudieron obtener sus medallas», detalló.
«La próxima semana se cumple el aniversario 96 del natalicio del Comandante en Jefe, propulsor del deporte en nuestro país. Este es de los homenajes de las glorias al querido Fidel», concluyó.
Nuestros atletas están entre los agradecidos. Ante la memoria inmortal del invencible gigante, llegan algunos de sus mejores hijos a recordar a aquel al que tanto le debemos.
Desde la universidad del deporte cubano manifestamos una y mil veces nuestro compromiso con Fidel, el Partido, la Revolución y el Deporte. Seguimos sientiendo en cada célula esa energía mágica que emana del recuerdo y la actualidad que representa el ejemplo de ese gran hombre, que vive y vivirá por siempre en las próximas generaciones de deportistas cubanos.
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